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  • Ana

Cómo ayuda el yoga a controlar las emociones




Tiempo de lectura: 4 min


Imagina que en el colegio de tu hijo adolescente realizan durante un año un experimento para conocer los efectos de la práctica del yoga en las emociones. En total, participan cien estudiantes. La mitad, no han practicado yoga nunca y no lo harán para el experimento. La otra mitad, comenzará a recibir clases de yoga. Tu hijo está en ese grupo. ¿Crees que cambiará? ¿Será posible que cambie su forma de reaccionar un tanto agresiva ante situaciones simples de la vida?


En efecto, la posibilidad de transformación es alta. Incluso aunque tu hijo no se lo proponga y hasta asuma una actitud de incredulidad, es muy factible que se dé permiso de sentir toda la gama de emociones en lugar de ocultarlas o dejarlas salir sin filtro y las maneje mejor. Eso sucedió en un colegio en La India.


En general, todos, en algún momento de la vida, nos sentimos vulnerables, ansiosos, aburridos, molestos, tristes (como un típico adolescente). Ese estado de ánimo se refleja en nuestros resultados académicos y laborales, en las relaciones sociales, en nuestra autoestima y el bienestar, lo que a su vez nos lleva a otros pensamientos y emociones: sentirnos solos, abandonados y pensar que no somos tan buenos como creíamos. Nos debilitamos y emprendemos acciones que creemos nos ayudan y no es cierto. Nos puede suceder también lo contrario: nos sentimos los mejores padres, empleados, parejas, hijos y ….la verdad no lo estamos haciendo tan bien como suponemos, pero no entendemos la falla. Eso nos pone furiosos.


Muchas de estas emociones tienen base en la autoestima, en el conocimiento de quién en realidad somos y cuál es nuestro auténtico valor para nosotros y para el mundo.


Cómo ayuda practicar yoga al manejo de las emociones


La práctica del yoga combina tres actividades, respiración, movimiento y meditación, con el objetivo de integrar cuerpo, mente y espíritu. Podría sonar banal, o un poco irreal suponer que estamos vivos y no sabemos quiénes somos, pero no lo es. Con frecuencia, nos cuesta responder con espontaneidad qué virtudes tenemos, qué hobbies tenemos, a qué nos gustaría dedicarnos en la jubilación o porqué elegimos el trabajo que tenemos.


Eso le sucedió a Luis. Trabajó toda su vida en el negocio familiar. Compraba cada mes herramientas y equipos de carpintería porque era su hobbie. Su esposa lo criticaba porque decía que su hobbie era realmente comprar y no trabajar la madera. Al jubilarse, organizó un taller en la casa y empezó a aprender a manejar las herramientas y equipos. Ahora, pasa el día feliz, pero en las noches, siente rabia, porque piensa que pudo haber tomado antes la decisión de dedicarse a ese oficio.


Las emociones de Luis son normales. De hecho, en las clases de yoga es usual ver a los alumnos derramar lágrimas o reír. Sucede cuando estamos liberando las emociones.


Esto es lo que te puedes esperar si practicas yoga para manejar mejor tus emociones:


1. En lo físico


Tu cuerpo, en ocasiones, sabe más de ti que tú mismo ( link a https://www.anishayoga.com/post/la_meta_el_camino).


Sabe qué sientes y que sentimientos guardas, ahogas o descartas.


Las emociones y los pensamientos desencadenan sustancias químicas y hormonas y provocan respuestas en tu cuerpo. Una de esas reacciones se observa en tus posturas. Por ejemplo, cuando tienes miedo, asumes una postura; cuando estás feliz, abres los brazos y el pecho; o cuando estás inseguro, te encorvas y enlazas las piernas y brazos. Si repites esas emociones y su postura con regularidad, sucede algo interesante: la fascia, un tejido tremendamente sensible que recubre todos tus músculos, huesos, órganos y fibras nerviosas, se solidifica para darle sostén a esa posición que adoptas. Con el tiempo, esas emociones-posturas pueden desencadenar dolores o enfermedades.


Podemos decir que la fascia es la bodega de las emociones, las experiencias, los traumas. Yoga, con los ejercicios, estimula esas zonas solidificadas. Al estirarse, moverse, la fascia se rehidrata y la energía guardada de las emociones empieza a liberarse.


En yoga, hay asanas que ayudan a estimular estas zonas: posturas de balance para mejorar el equilibrio o de giros para ayudar a desenredar nudos, por ejemplo.


Tal vez, por eso, con los movimientos de carpintero, Luis ha empezado a sentir alegría y tristeza. Rehidrató la fascia con movimientos que antes no realizaba. Pero aún no puede controlar las emociones. Necesita algo más.



2. Conexión cuerpo-mente-espíritu


Las emociones están cargadas de energía. ¡Al liberarlas es mejor darles manejo, de lo contrario podrías hacerte daño o dañar a alguien!


La conexión cuerpo, mente, espíritu se experimenta claramente durante la meditación.


En ese momento en el que estás profundamente metido dentro de ti mismo, puedes sentir lo que una emoción o pensamiento provoca en tu cuerpo: cosquillas en el estómago, latidos en la garganta, tensión en los hombros, sensación de tener plumas en la espalda.


Podrás reconocer la emoción, ponerle un nombre más ajustado a “estoy mal” o “estoy bien” y esa experiencia consciente de la emoción en tu cuerpo te permite entender, saber qué la causa y cuándo. El porqué lo vas descubriendo poco a poco, a tu medida.


Durante la meditación, el discurrir por ti mismo, te da permiso a sentir todo sin necesidad de cambiarlo. Puedes permitir que llegue el enojo y no ponerle obstáculos ni tratar de ahogarlo o alejarlo. El entrenamiento te permite observar la emoción o el pensamiento sin juicios de valor. (link a https://www.anishayoga.com/blog/empezar-a-meditar)


Ese conocimiento de tus emociones y pensamientos te da una ventaja que antes no tenías y eso te hace sentir empoderado de ti mismo. Puedes distinguir, reconocer y manejar. Estás a cargo de tu vida. El descubrimiento de tu ser se vuelve un tesoro.


Las emociones que antes eran un caos, un sube y baja constante, ahora se dejan maniobrar. Puedes agradecerle a esos momentos de meditación en los que entrenas tu mente y tu respiración.


3. Filosofía


Durante la práctica aprendes la filosofía yoga, es decir, el valor del autoconocimiento, el cuidado de si, de los otros y de todo lo que te rodea. Ese conocimiento traerá nuevos pensamientos que, mezclados con lo que has descubierto de ti mismo, podrían modificar creencias y transformar tu vida. Será siempre un viaje personal, un proceso espiritual, corporal y mental (link a https://www.anishayoga.com/post/constancia_en_yoga


¿Quieres comenzar?


¡Ir a clases de Yoga!


Al integrar sucede el descubrimiento de nuestro ser, de lo que somos, nos gusta, nos emociona ser.



, meditando, respirando, haciendo que tu cuerpo encuentre nuevos movimientos, descubres tu esencia. Lo que sigue es que querrás dedicarle tiempo y energía.



Redacción: Katy Schuth B.

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